En Colombia ha habido una evolución de la juventud complicada. Primero, ha habido una evolución que tiene que ver con las pandillas juveniles: hay mucha gente que se metió al barrismo porque le gusta el equipo, pero otros porque encontraron en el barrismo, y en estas barras del fútbol, una oportunidad de desarrollar actividades que antes desarrollaban alrededor de un capo, de un líder. Y ahora el ideal del lider y el capo es un equipo de fútbol.
Y ahora esa pandilla juvenil ya no es de 10 o 15 personas sino que es de 1.000 a 10.000 personas, y ahí puede el joven desembocar gran parte de la violencia que lleva por dentro.
Y ahora esa pandilla juvenil ya no es de 10 o 15 personas sino que es de 1.000 a 10.000 personas, y ahí puede el joven desembocar gran parte de la violencia que lleva por dentro.
Factores ambientales:
Por un lado hay que mirar a la educación: en nuestro país tenemos una falla compleja en la educación.
Por otro lado, tenemos cuatro puntos fundamentales. Primero, la drogadicción. Cuando se legalizó el porte de la droga con la dosis personal, yo diría que se legalizó prácticamente la drogadicción en Colombia. Lo que está prohibido es el tráfico y la venta de droga, pero no el consumo.
Ahora esa pandilla juvenil ya no es de 10 o 15 personas sino que es de 1.000 a 10.000 personas, y ahí puede el joven desembocar gran parte de la violencia que lleva por dentro.
Y nosotros nos hemos equivocado en un aspecto: el drogadicto no es un problema de orden público ni de policía, como lo estamos tratando actualmente en el país. El que es drogadicto es un enfermo y debería tratarse como un problema de salud pública.
Otro factor es el alcoholismo. Cada vez el joven empieza a consumir alcohol a una edad más temprana. Y el alcoholismo tiene un grave problema: que es auspiciado por el mismo estado. Mucha parte de la educación de nuestro país se mueve por los recursos que recogen alrededor del licor. Además de que por nuestra propia educación hay padres que se sienten orgullosos porque el muchacho de 14 años se pegó su primera borrachera con el papá. Todo eso va alrededor también de las barras.
Las personas mayores creemos que nosotros ya lo sabemos todo. Y cometemos el error que cometen muchos padres, el de no escuchar a sus hijos.
Después está la violencia intrafamiliar, que es una violencia bien compleja, porque es una violencia del portón hacia adentro, que nadie conoce. ¡Cuánta violencia intrafamiliar sucede en nuestro país! Entre cónyuges, entre padres con hijos, en hijos para con los padres... y así sucesivamente, eso va generando un conflicto bien grave en nuestro país.
Y por último, el desempleo: es la oportunidad del joven. Éste fue uno de los puntos principales que trabajamos en Manizales, y por eso en cierta manera el programa "Hinchas por la paz" ha sido exitoso: porque nosotros hemos empezado a escuchar al joven.
Las personas mayores creemos que nosotros ya lo sabemos todo. Y cometemos el error que cometen muchos padres, el de no escuchar a sus hijos. Y así tiene que ser con la juventud: hay que escucharla y nosotros no la hemos estado escuchando.